En mi opinión, hay mucha gente que tiene una visión distorsionada y llena de prejuicios de lo que comúnmente se conoce como música clásica, que si es aburrida, anticuada o para dormir. En este texto voy a enunciar algunos de los tópicos más frecuentes al respecto y voy a explicar en qué radica su falsedad o por qué son una imagen simplificada y prejuzgada.
Para empezar, hay que aclarar que lo que llamamos normalmente "música clásica" engloba en realidad a un sinfín de estilos, escuelas y compositores. Por ejemplo, el clasicismo es un estilo, y dentro de éste hay varias escuelas, como la de Manheim, y a su vez cada compositor tiene su propio estilo personal (no es lo mismo dentro del clasicismo Haydn que Mozart, si bien el segundo recibió una gran influencia del primero). Otro estilo es el Romanticismo, dentro del cual encontramos infinitas escuelas, compositores, etc. Por tanto, no podemos meter en el mismo saco al genio del barroco, J. S. Bach, y al virtuoso del Romanticismo clasicista Johannes Brahms, puesto que les separa no menos que 83 años desde la muerte del primero y el nacimiento del segundo. Sería como mezclar a Louis Armstrong con los famosos One Direction (para mí estos últimos no son músicos, sino una herramienta de publicidad, pero no me voy a meter en este asunto).
Al margen de esta cuestión, como he dicho antes, existen muchos tópicos acerca de la música anterior al siglo XX. Aquí explico algunos de estos tópicos y los rebato con argumentos, y para ello me sirvo de cuatro pesos pesados de la música: Mozart, Beethoven, Bach y Schubert.
- "La música clásica es aburrida". Mentira. Habrá obras que sí lo sean, pero no es cierto que toda la música clásica sea aburrida o sin atractivo. Y para demostrarlo os pongo esta estimulante obra de Mozart. Se trata del magnífico Concierto para piano nº 19, uno de sus conciertos más alegres. Te recomiendo que escuches el principio y también a partir del minuto 19, que es cuando empieza el enérgico tercer movimiento, que incluye un pasaje fugado impresionante.
- "La música clásica es frágil y delicada". No toda la música clásica es tierna y lánguida. Y no hay mejor ejemplo para demostrarlo que esta vigorosa y excitante obra de Mozart, el enérgico Concierto nº 25.
- "La música clásica es bonita". Es mucho más que eso, tienes todas las gamas de sentimientos, de hecho en mayor medida que la música moderna: vitalidad, alegría, energía, agresividad, melancolía, furia, resignación, frustración, romanticismo, etc. El mejor ejemplo (una de las mejores obras de toda la historia, si no la que más) es la Sonata Patética de Beethoven, que como dice su nombre, está totalmente inmersa en el patetismo más profundo.
- "Escuchar música clásica es de frikis". Si se venden discos de música clásica será por algo. Ahora os pongo la archiconocida cantata de Bach Herz und mund und tat und leben (en el primer vídeo se ve el principio), que contiene el famoso Jesu bleibet meine freude (segundo vídeo). Una obra maestra en toda regla, una de mis favoritas.
- "En la música vocal sólo gritan". Otra mentira más. Escucha este lied de Schubert y ya verás como no te chirría.
- "La música clásica es larga y pesada". Esta obra de Bach se puede calificar de muchas maneras, pero no precisamente de larga. Se trata de la invención 8, que por cierto yo la sé tocar en el piano.