Afortunadamente, tengo dos pueblos a los que acudo en vacaciones: Villasecino de Babia (norte de León), por parte de mi madre, y Fresnedo (sur de Asturias), por parte de mi padre.
El primero, Villasecino, se sitúa en la comarca leonesa de Babia, en plena Cordillera Cantábrica. Dominada por un paisaje montañoso, esta región presenta una abrupta orografía, que oscila entre los 1.000 y los 2.400 metros aproximadamente. Su icono geográfico más representativo es el macizo de Peña Ubiña (2.417 m), uno de los picos más altos de la provincia. Su población, de apenas 1.500 habitantes, vive en un ambiente rural y depende de la agricultura y, en mayor medida, de la ganadería. En esta región se habla el asturleonés, una forma arcaica del castellano. Una curiosidad de Babia es que de esta tierra proviene la conocida expresión "Estar en Babia", cuyo origen se remonta a la Edad Media; se dice que el rey de León, en su tiempo libre, iba a Babia a cazar y descansar. De ahí que la expresión signifique estar distraído.
Vista de Babia. Al fondo, la mole de Peña Ubiña (2.417 metros). En la parte inferior, se aprecia Villasecino.
En el propio Villasecino, aldea perteneciente al municipio de San Emiliano, de apenas 30 habitantes, destacan diversos monumentos: la "casona", un antiguo palacio del siglo XVIII que en su día perteneció al cardenal Lorenzana, la iglesia, también datada de esa época, y la casa de mi bisabuelo Francisco, edificada en 1.923 y decorada en estilo modernista. En lo referente a la geografía, el territorio de Villasecino incluye a uno de los picos más altos de Babia, Penouta, de 2.100 metros, que, por cierto, escalé junto a mi padre este verano. En este lugar resido gran parte de las vacaciones de verano y juego con mi hermano, mis primos y mis amigos.
Éste soy yo en la cima de Penouta (2.100 metros), con el macizo de Peña Ubiña al fondo.
Mi otro pueblo, Fresnedo, se halla en el municipio asturiano de Teverga, lindando por el sur con Babia. Al igual que la comarca leonesa, la asturiana presenta una orografía montañosa, pero de menor altitud. El principal río de Teverga es el Sampedro, que atraviesa la región de sur a norte. La economía tevergana posperó en el siglo XIX, gracias a la minería. Sin embargo, en las últimas décadas ha decaido. Su población (1.900 habitantes aproximadamente) vive en el medio rural y, al igual que en Babia, gran parte se dedica a la agricultura y la ganadería. La lengua hablada en Teverga es el asturiano. Un tevergano ilustre es Adrián López Álvarez, jugador de fútbol del Atlético de Madrid.
En la aldea de Fresnedo (Fresnéu en asturiano), de unos 40 habitantes, se encuentran lugares de interés como la "casona" o casa de los Álvarez-Prida, propiedad de mi familia, o la Cueva Huerta, una de las más extensas del Principado asturiano. El primero, situado en el acceso al pueblo, es una antigua casa señorial de datación incierta, aunque es probable que su fecha de construcción se remonte a la Edad Media. Tras varias reformas, su fachada principal actual data de 1.890. El segundo, la Cueva Huerta, se encuentra cerca de la aldea y representa el espacio natural más célebre de la región. Con sus 14 kilómetros de longitud, es de las cavidades más largas de Asturias.
Vista de la fachada principal de la casona de Fresnedo, propiedad de mi familia.
Imagen de Teverga, vista desde la casona de Fresnedo.
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Enhorabuena por esta entrada. Es de muchísima calidad. Ojalá sigas aportando escritos tan interesantes. Un placer leerlo.
ResponderEliminarHola Ricardo, me ha gustado mucho leer "Mis pueblos", es muy interesante y creativo. ;)
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